ISRAEL: ESTADO CRIMINAL Y DEMENTE!!! Deténgalo!!!

13 agosto, 2005

Crónicas desde Palestina


El control demográfico en Israel

Lidón Soriano

Los últimos días de la brigada los hemos dedicado a recorrer y conocer las realidades de los territorios del 48. Es decir, los territorios que los sionistas, junto con la ONU, robaron de manera brutal a los y las palestinas entre noviembre de 1947 y enero de 1949, lo que se conoce actualmente como Israel.

Es más interesante llamarles así: "territorios del 48". Porque es una forma, por un lado, de seguir denunciando el expolio que sufrió el pueblo palestino en esa época (recordando que esas tierras también son Palestina) y, por otro lado, de invisibilizar a "Israel", de negarle el menor atisbo de legitimidad, de normalización. Evitar fisicalizarlo, sencillamente ignorarlo, y si se le nombra, que sea para denunciar su existencia y sus políticas. Ni olvido, ni perdón.

En los territorios del 48, el gobierno israelí lleva a cabo, una vez más, una política racista con la poblacion que allí vive, incluso con parte de la población judía. No tiene la misma consideración un judío blanco, que un judío etiope o un judío iraquí que, obviamente, son considerados inferiores. Por lo tanto, es fácil imaginarse como tratan a la población palestina.

En los territorios del 48 viven aproximadamente 1 millón 200 mil palestinos y palestinas, de los cuales unos 250 mil son desplazados que, además de ser tratados como ciudadanos de segunda, son considerados como enemigos, "el enemigo interior". De hecho parece ser que el proyecto sionista planea transferir en los próximos años a la mayor parte de población palestina de los territorios del 48 a los guettos de Cisjordania y Gaza.

Para ello, como es fácil imaginar, están llevando a cabo políticas discriminatorias y humillantes con la población. Ya que no pueden exterminar físicamente a toda la población palestina, lo que realmente desearían (Ha'aratez magazin 9 enero 2004), les van haciendo la vida cada vez más difícil e insoportable, hasta el punto de que finalmente sean ellos y ellas las que decidan marcharse.

De cara al exterior el plan es perfecto, pues su maquinaria propagandística oculta todas las políticas israelíes causantes de esta emigración y desde fuera se puede percibir como que de 'motu propio" la población palestina se marcha a otros países.

Y es que la batalla demográfica es una de las más importantes para Israel. La ley del derecho al retorno, aprobada en 1950, por la que todo judío tiene derecho a convertirse en ciudadano israelí, ya llevaba ese sello.

En 2002, tras un estudio que demostró que el ritmo de crecimiento demográfico entre la población palestina era superior al ritmo de crecimiento judío, se reactivó el "Israel Council for Demography", implantando políticas de ayuda a la maternidad para fomentar la natalidad israelí y así "preservar el caracter judío del estado".

En 2003, B. Netanyahu afirmó públicamente, en una conferencia en Herziliya sobre asuntos de seguridad, que la demografía se había convertido en un problema para Israel.

El 27 de julio de este año, el Knesset aprobó una enmienda a la ley de Reunificaion Familiar del 2002, por la que a los hombres menores de 35 años y las mujeres menores de 25, nacidos en los territorios de 1967, les está totalmente prohibido obtener la nacionalidad israelí incluso si están casados o van a casarse con un palestino/a israelí. De modo que unos no pueden residir en los territorios del 48, y otros, los palestinos y palestinas nacidos en esos territorios, no pueden residir en los territorios del 67, y así nos encontramos con parejas y familias que o uno de los dos miembros vive de manera ilegal, o tienen que separarse por orden del gobierno iraelí. Aproximadamente unas 1.000 parejas se encuentran en esta situación segun el centro de Derechos Humanos de Nazareth.

El 4 de abril de este año, Sharon afirmó que no hacía falta disfrazar estas políticas demográficas como de "seguridad". Confirmando que, sencillamente, eran necesarias para mantener la naturaleza del Estado de Israel.

Anteayer, declaró que en 10 años conseguirían traer a un millón de judíos a vivir a Israel (sólo ayer, según fuentes palestinas llegaron 300 judíos franceses, directos a las colonias de Cisjordania). Si a eso le sumamos la limpieza étnica que Israel lleva a cabo con la población palestina nos encontramos con que realmente Israel concibe este tema como de máxima prioridad y está utilizando todas sus armas para ganar esta batalla.

Y es que la eliminación de la población palestina ha sido desde el 47 el principal objetivo sionista, para así poder certificar su famosa frase de "una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra".

Afortunadamente la población palestina es de casi 5 millones entre los territorios ocupados en el 67 y en el 48. Y la mayoría va a continuar ejerciendo su derecho a resistir, va a continuar luchando, sencillamente con su presencia.

Algunos ejemplos de las políticas de Israel hacia la población palestina los encontramos en el mercado laboral. Los y las palestinas no pueden acceder a ningún trabajo institucional gubernamental, incluso algunas empresas, directamente, no contratan a población árabe. Los puestos de responsibilidad les están prácticamente vetados y la mayoría tienen dificultades para encontrar trabajo como licenciados o doctores.

En educación la discriminación es fácilmente apreciable. Los y las estudiantes palestinas tienen una red educativa diferente de la judía, con unas infraestructuras obsoletas e insuficientes. El curriculum les viene impuesto por Israel y los profesores los pone el departamente de seguridad interior, todas las asignaturas se dan en hebreo, incluido el árabe. Los recursos que se dedican son infinitamente inferiores a los que se dedican para los colegios judíos y la red educativa sólo abarca hasta secundaria. Las universidades son todas judías y los filtros para la población árabe son muy duros, a parte de las humillaciones que los y las estudiantes palestinas sufren en los campus. Además no les permiten entrar en algunas carreras por lo que las personas que quieren cursar estos estudios se tienen que marchar, por ejemplo, a Jordania.

A nivel presupuestario, y aunque la población árabe paga los mismos impuestos que la población israelí, el Knesset sólo dedica entre el 3-10% del total del presupuesto a la comunidad árabe palestina y, normalmente, los proyectos que se aprueban en el Parlamento para mejorar las condiciones de la población árabe nunca se llevan a cabo.

Israel tiene 30 leyes de confiscación y los motivos son de lo mas irrisorio: desde haber pintado la casa de un determinado color, a haber reparado una grieta en el tejado sin el obligatorio permiso israelí (que, por otra parte, nunca llega), pasando por la ley del ausente u otras tantas más. Por si esto fuera poco, si además de confiscarte la casa te la destruyen, después van a buscarte para que corras con los gastos de los bulldozers y las escavadoras.

Estas politicas son fácilmente apreciables simplemente paseando por las ciudades. En Haifa, con población palestina y judía, en seguida te das cuenta de por cual barrio estás pasando, pues los barrios árabes los tienen abandonados (no hay recogida de basuras todos los días, los edificios están descuidados y hasta las farolas y las papeleras son diferentes, mas feas y medio rotas). En Akko, una ciudad al noroeste de los territorios del 48, el barrio árabe ubicado en el casco viejo con un lindo puerto y unas murallas históricas preciosas, está completamente abandonado. El gobierno no se preocupa en absoluto de limpiarlo, cuidarlo y rehabilitarlo. Si a todo esto le sumamos que los impuestos que tienen que pagar son muy elevados y que mucha gente no tiene trabajo o lo tiene pero con salarios muy bajos, nos encontramos con otra política de limpieza étnica, sutil y efectiva.

En este marco sociopolítico, encontramos con la realidad de los pueblos no reconocidos. Es decir, pueblos que físicamente existen pero que Israel no reconoce ni sitúa en el mapa. A pesar de pagar sus impuestos estos pueblos no reciben ningún tipo de infraestructuras, ni carreteras, ni desagües, ni canalizaciones de agua, y tampoco reciben servicios ni de educacion, ni de salud. Nada, sencillamente son ignorados. En la actualidad hay casi un centenar de pueblos no reconocidos en los territorios del 48, de ellos unos 40 están ubicados en el desierto del Neguev, con las consiguientes dificultades que ello conlleva.

Una vez más se puede comprobar cómo a pesar de todas las políticas de exterminio que Israel lleva a cabo contra la población palestina, ésta resiste. Y es que, como ellos y ellas dicen, no se trata de ser símbolos, ni héroes o heroinas, solo de ser personas y vivir en paz en su tierra. En una tierra donde quepan todas las personas bajo unos principios de justicia social y repeto.

Un amigo palestino me comentaba que su mayor sueño era poder sentarse a la sombra de un olivo en su pueblo, del que su familia fue expulsada en el 48. A leer un libro tranquilo, en paz y sin la presencia de israelíes.

Creo que es tambien el deseo de todas y todos, que Palestina vuelva a ser de los palestinos y palestinas y que construyan su presente, su futuro y recuperen su pasado. Israel no es un "estado" más, es un proyecto imperialista para controlar todos los recursos del mundo árabe. Este conflicto no es un problema religioso, ni un choque de civilizaciones, es el imperialismo contra todas y todos.

Por eso la lucha del pueblo palestino es la lucha de todos los pueblos por la autodeterminación, contra la opresión, contra el imperialismo. Por eso, Palestina va en el corazón de los y las que luchan.

¡Resistir es vencer!

2 Comments:

At 4:36 a. m., Blogger Daniel Avner said...

Tomas Moro, eres un criminal, demente y además ciego, muy ciego. Imposible es que dejes en paz a Israel. Antes de bociferar tus injusticias contra Israel, ¿porqué mejor no buscas que los países árabes e islámicos devuelvan todas las tierras que robaron y siguen robando a través de su imperio turco islámico a lo largo de siglos, y que por cierto la verdadera amenaza es el resurgimiento de ese imperio totalitario y asesino hasta la médula, el imperialismo islámico.
Tu blog, es un blog demente y asesino, es mejor que te des cuenta pronto antes de que te asesine un musulman (porque los musulmanes son los que más han asesinado musulmanes y palestinos)o de que te suicides, con el fin de asesinar a Israel. Tienes una mentalidad verdaderamente torcida, al asesino (árabe-islam con sus más de 22 países dictatoriales) lo llamas justo, y al justo e inocente comparativamente, que defiende su vida y su único y pequeñito país, lo llamas asesino. No te molestes en contestarme porque estás muy sesgado hacia el polo negativo, hacia el maligmo, y tu corazón lleno de odio testifica contra tí mismo. Arrepiéntete para que el Creador se apiade de tí.

Daniel Avner

 
At 5:35 p. m., Blogger Daniel Ulanovsky Sack said...

UNA RESPUESTA DIRIGIDA AL SEÑOR Daniel Avner.
El señor que le has criticado bastante por su blog y por lo ha escrito el Llamado TOMAS MORO . ha intentado contarnos una pequeña parte de la realidad del sionismo y del estado racista y asesino de irael .creo que usted nunca ha estado en israel para verlo .israelo es una democracia ficticia y virtual . hasta nosotros los propios judios y israelies no nos sentimos iguales ante la ley .existe el racismo hasta entre los propios judios que formo yo una parte de ellos . la desigualdad es algo que forma parte de la sociedad israelita actual . israel necesita una autocritica .el miedo ficticio nos aterroriza . tenemos que cambiar para que los que nos rodeen cambien ellos tambien .
La fase de limpieza étnica contra los palestinos ya se ha puesto en marcha en los territorios ocupados. En el presente, éste es el principal proyecto del Estado de Israel. A cualquier persona imparcial de inteligencia media le bastaría con darse una vuelta por los territorios ocupados para comprender lo que digo.
La herramienta básica de la limpieza étnica es, y siempre lo ha sido, la rapiña de tierras palestinas junto con la expansión de los asentamientos israelíes. Varias etapas del proceso de anexión son evidentes en la parte originariamente rural de Cisjordania, donde constituyen el 60 por ciento de esta área. Por ahora, el nueve por ciento de Cisjordania ha sido traspasado al control directo de los asentamientos. Un reciente trabajo de investigación del Peace Now Investigation (julio de 2007) revelaba que sólo se está explotando un doce por cien de toda esta tierra. “El Estado reserva grandes regiones para futuros asentamientos, fuera de toda proporción para su tamaño, a fin de prevenir que los palestinos construyan en estas áreas. Una vez que un área se ha cerrado a los palestinos, los colonos empiezan a apoderarse de otras tierras palestinas adyacentes que están más allá de su jurisdicción, las cuales son a menudo propiedades de particulares”.
Según B’Tselem, una organización israelí de defensa de los derechos humanos, ya en 2002, el 41,9 por ciento de Cisjordania estaba asignada a los consejos regionales israelíes. Y durante años, toda el área rural C ha estado bajo control administrativo de la llamada “Administración Civil”, la cual, en estrecha colaboración con otras ramas del ejército israelí y con los colonos, se esfuerza para hacer tan miserable como sea posible la vida de los palestinos, con el objetivo clarísimo de obligarlos a marcharse (Se puede encontrar más información en la revista Occupation Magazine, la página web de los activistas antiocupación israelíes).
En lo que queda de Cisjordania, los palestinos se han convertido en auténticos prisioneros dentro de sus ciudades y pueblos. Cada parcela de la vida palestina: economía, salud, educación, está siendo aplastada por una máquina burocrático-militar muy bien organizada, enmascarada como un sistema de seguridad. A saltos, el lazo corredizo que estrangula la existencia de los palestinos se aprieta más y más. Esta limpieza étnica, mediante demolición de casas y destrucción de campos, también se persigue diligentemente por el Estado de Israel contra sus propios ciudadanos de etnia beduina, que residen en el desierto de Nagev (véase la excelente película documental en la página web de Adalah –el Legal Center for Arab Minority Rights).
Todo esto apenas se registra en las mentes de mis compatriotas. No es de extrañar, puesto que queda cubierto por un monumental pero ingenuamente creído engaño de “negociaciones con Abu-Mazen, esfuerzos diplomáticos y promesas de gestos de buena voluntad hacia los palestinos” (que nunca se concretan, o se concretan y realizan marginalmente por cortos períodos de tiempo). Por sus propias razones e intereses, algunos políticos palestinos, incluyendo al Presidente Abbas, deciden participar en esta farsa.
Un judío-israelí medio no sabe nada –o no quiere saber– sobre el programa de limpieza étnica ejecutado por su Estado –ella o él prefiere verlo como parte de la “guerra contra el terrorismo”–.

POR : Daniel Ulanovsky Sack

 

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